Lucha por Loma Miranda Parque Nacional

lunes, 1 de junio de 2015

Ante fracaso de Plan de Regularización, la Red de Encuentro Dominico Haitiano Jacques Viau y la Mesa Nacional para Migrantes y Refugiados consideran que estamos a la puerta de deportaciones masivas

Faltando veintiún días de concluir el Plan Nacional de Regularización (PNRE) y ante los pírricos resultados que han proyectado las autoridades, la Red de Encuentro Dominico Haitiano Jacques Viau y la Mesa Nacional para Migrantes y Refugiados, denuncian que el PNRE, como respuesta gubernamental a lo ordenado por el Congreso Nacional en el artículo 151 de la Ley de Migración desde el año 2004 y reiterado por disposición del Tribunal Constitucional en su sentencia TC/OI68/13, del 23 de septiembre de 2013, no ha llenado las expectativas de que solucionaría la situación migratoria irregular de extranjeros ya radicados en el país.

El PNRE debería abarcar a todos los inmigrantes que se encuentran habitando en territorio dominicano de forma irregular antes de la promulgación del Reglamento para aplicación de la Ley de Migración No 285-04, No. 631-11 del 19 de octubre de 2011, según se establece en el artículo 2 del Decreto 327-13 que instituye el referido Plan, las personas interesadas tendrían un periodo de 18 meses para acogerse al PNRE a partir de su puesta en vigencia.


Es notorio además que la cantidad de extranjeros que podrían eventualmente acogerse al PNRE no está claramente establecida. En el caso de los inmigrantes haitianos, la primera Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI) estableció que están radicadas en el país un total de 458,233 personas. Las autoridades responsables del PNRE a la fecha  no han ofrecido respuestas a las solicitudes presentadas, en la forma establecida en el decreto 327-13 en su artículo 33 y siguientes y tampoco se  conoce  cuál es el estatus migratorio que se está otorgando.

Estamos muy preocupados sobre todo por la suerte de muchos ancianos, antiguos trabajadores de los ingenios azucareros del Estado dominicano y del sector privado, quienes dieron su vida útil trabajando pacíficamente para empresas productoras de azúcar dominicano y que a la fecha no han podido acceder al PNRE debido la gran cantidad de requisitos que se necesitan para completar el expediente y  que ellos están imposibilitados de conseguir; pero sobre todo debido también a que las autoridades que aplican el PNRE, no reconocen los documentos de identidad que portan estos trabajadores y que fueron expedidos en su momento por las mismas autoridades  dominicanas. También tenemos que denunciar que las  autoridades haitianas sobre las cuales recaía la tarea fundamental de documentar sus nacionales para que pudieran inscribirse al PNRE, no han colaborado en eso y han dificultado cuando no paralizado este proceso determinando  a la fecha la imposibilidad  a muchos nacionales haitianos de inscribirse al PNRE por falta de uno de los tres documentos de identidad necesarios a fines de inscripción.

Las entidades convocantes quieren llamar la atención sobre el hecho de que las normas del debido proceso es materia constitucional en República Dominicana deben observarse en todo tipo de proceso, judicial o administrativo. De hecho al no recibir respuestas oportunas, las personas que acuden al Plan no han podido ejercer recursos impugnatorios que establece el ordenamiento jurídico del país y sobre todo el recurso establecido en el decreto 327-13 en su artículo 35, para expresar su inconformidad con una determinada decisión.

Boicot de las autoridades a la aplicación de la ley 169-14. Por otro lado La Red de Encuentro Dominico Haitiano Jacques Viau y la Mesa Nacional para Migrantes y Refugiados, denunciamos que al cumplir un año desde la adopción de la Ley 169-14 por parte del  Congreso Nacional, la cual ordenó a la Junta Central Electoral (JCE) la entrega de los  documentos de identidad que habían sido retenidos a los ciudadanos dominicanos de ascendencia haitiana, esta ley no ha sido ejecutada.

En el transcurso de este año hemos observado múltiples obstáculos para el cumplimiento de misma,  dentro de los cuales cabe destacar la negativa de devolver el acceso a los documentos  por parte de la JCE. Podemos sin temor a equivocarnos, decir que  esta entidad del Estado tiene su propia y particular agenda, la cual no está orientada a devolverle los documentos de identidad a las personas que han sido afectadas por acciones directa de los más altos responsables de la JCE.

La JCE está inmersa en un proceso de auditoría del cual nadie conoce su real objetivo, costos  o procedimientos. En esta  auditoría se están atribuyendo nuevas categorías de registro: “regularizado”, “transcrito” y “transcrito y regularizado”. La JCE no ha dado una explicación convincente del significado legal de los libros de transcripciones, hacia donde están segregando la inmensa mayoría de los ciudadanos dominicanos de ascendencia haitiana que han sido “desnacionalizados” y de hecho transformados en apátridas en su propio país. 

Llama  también la atención el bloqueo de documentos a ciudadanos que, a pesar de tener su nueva cédula, no figuran en el sistema,   lo que    implica   que miles de dominicanos  al día de hoy  están impedidos de ejercer el voto u optar por  cargos políticos en representación de sus comunidades en las venideras elecciones del año 2016.

Nadie sabe a ciencias ciertas cual será el destino final de los dominicanos  hijos de padres extranjeros en situación migratoria irregular, quienes  nunca fueron inscritos en el Registro Civil  y que el gobierno ha decidido inscribirlos en el llamado  Registro de Extranjería (sin especificar su nacionalidad extranjera),  para luego enviarlos a un régimen de naturalización  basado en una ley que no contempla esta posibilidad para personas nacidas en territorio dominicano, como ellos de hecho son.  De un total de 53 mil personas, como declarado por los responsables de la JCE, apenas a unas 8 mil se les permitió inscribirse. 

Las autoridades expresan que  desde el  Ministerio de Interior y Policía se generó  confusión al no establecer diferencias claras entre el supuesto régimen especial planteado por la  ley 169-14 y el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, dos procesos de naturaleza, objetivos y destinatarios distintos.

Mediante un procedimiento administrativo caracterizado por la improvisación y la arbitrariedad, la JCE está anulando declaraciones asentadas en el  Registro Civil y las está transcribiendo (copiándolas) en los llamados Libros de Transcripción, sin explicar las razones legales y los objetivos y fundamentos de este proceso.

Ante la situación planteada, nuestras entidades solicitan con carácter de urgencia  a las autoridades que ejecutan el PNRE, lo siguiente:
a) Que se otorgue una prorroga especial para que las personas que a la fecha no han podido hacerlo,  puedan acceder al PNRE, flexibilizando los requisitos de acceso y solicitando a las autoridades haitianas la entrega  de documentos de identidad a costo accesible y que se agilice el trabajo de inscripción al PNRE estableciendo unidades móviles para los bateyes como inicialmente establecido. Las unidades móviles nunca se han puesto en marcha.
b) Que las autoridades responsables del PNRE ordenen a las autoridades migratorias la suspensión de  las deportaciones hasta la finalización del mismo y hasta que todos los expedientes no sean revisados, ya que informes e investigaciones de nuestros organismos reportan que ya se están ejecutando en algunas áreas de la región sur del país.
c) Que las autoridades responsables del PNRE  ordenen a las autoridades migratorias la suspensión de la deportación de  niños, niñas, adolescentes y adultos beneficiarios de la Ley 169-14, sean estos de los llamados grupo (A) y grupo (B); Recordamos que la deportación de menores de edad es prohibida por los tratados internacionales de protección de derechos humanos.
d) Que las autoridades responsables del PNRE  ordenen a las autoridades migratorias la suspensión de la deportación de   trabajadores ancianos que están pensionados o que su solicitud de pensión está en trámite.
e) Que las autoridades políticas y gubernamentales del Estado dominicano  que ejercen algún nivel de autoridad sobre la JCE, ordenen a esta entidad proceder a la entrega sin demora de sus actas de nacimiento y sus cedulas a los ciudadanos dominicanos de ascendencia haitiana a los cuales les habían sido retenidos de manera ilegal durante años.
f) Que en ningún caso sean deportadas personas nacidas en territorio dominicano ante de la adopción de la Constitución del 2010, las cuales deben ser beneficiadas por el artículo 18.2 de la Constitución vigente.
g) Que los procesos de identificación y deportación de migrantes sean realizados respetando las normas internacionales y los tratados bilaterales vigente con el país de origen de las personas migrantes y  que sean realizados en el absoluto respeto de los derechos humanos de las personas migrantes con la supervisión de los organismos de promoción y defensa de los derechos humanos presentes en el territorio dominicano.
h) Que de ninguna manera se realizarán deportaciones masivas y arbitrarias de migrantes como establecido por los tratados internacionales en materia de migraciones.



Santo Domingo,

28 de mayo de 2015

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